El Sistema de Repetición Espaciada, conocido como SRS por sus siglas en inglés (Spaced Repetition System), es una técnica de estudio o aprendizaje que se basa en un principio muy simple; repetir la información en momentos específicos y espaciados en el tiempo. Esto ayuda a fijar aquellos conceptos que deseamos mantener en la memoria a largo plazo.
Un Cronograma SRS es un método o programa que determina cuándo debes repasar o revisar ciertos materiales o conceptos, de este modo ayudamos a nuestro cerebro a maximizar la retención de la información en la memoria. El cronograma se basa en la curva de olvido de Ebbinghaus, que muestra cómo olvidamos la información a lo largo del tiempo si no la repasamos.
El cronograma SRS utiliza intervalos de tiempo específicos para programar las repeticiones. Al principio, las repeticiones son más frecuentes, pero a medida que vamos recordando la información, los intervalos se van espaciando gradualmente. Esto se debe a que, según la teoría del SRS, repasar justo antes de olvidar algo ayuda a consolidar el recuerdo y a evitar el olvido.
Existen diferentes algoritmos y métodos para establecer un cronograma SRS, muchos de los cuales se basan en la repetición activa de tarjetas de estudio o preguntas y respuestas. Estos sistemas suelen ajustar los intervalos de repaso según la facilidad o dificultad con la que recuerdas la información, utilizando una mayor repetición en aquella que nos cuesta más aprender. Algo parecido a lo que Sebastián Leitner introdujo en su método de caja con distintos espacios para fichas de pregunta y respuesta.
Los cronogramas SRS son comunes en aplicaciones y programas de aprendizaje en línea, así como en herramientas de estudio como los Cuadernos Flashcard. Estas herramientas utilizan el SRS para presentar la información de manera óptima y ayudar a los usuarios a retenerla de manera más eficiente.
Un Cronograma SRS es una variante del sistema de repetición espaciada (SRS) que utiliza números para determinar los intervalos de tiempo entre las repeticiones. En lugar de utilizar términos como «días» o «semanas», se asignan valores numéricos específicos a cada repetición en la que se incorpora el número de una serie de tarjetas didácticas.
En un Cronograma SRS, se establece un valor inicial para el primer intervalo, que generalmente es más corto, y se va incrementando progresivamente con cada repetición exitosa. Por ejemplo, podríamos comenzar con un intervalo de 1, referido al espacio de días que dejamos para la primera repetición, luego aumentarlo a 3 días para la siguiente, luego a 7 días, y así sucesivamente.
El valor numérico asignado a cada intervalo se basa en algoritmos y fórmulas que tienen en cuenta diversos factores, como la dificultad de la información, la facilidad con la que se recuerda y el tiempo transcurrido desde la última repetición correcta.
La ventaja de un cronograma numérico SRS es que permite una mayor flexibilidad y personalización en los intervalos de repetición. Puede adaptarse a las necesidades individuales de cada persona y optimizar la retención de la información a largo plazo.