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En este artículo descubriremos:

  • Qué son las tarjetas didácticas o flashcard
  • Los orígenes de las tarjetas didácticas
  • Los principios en los que se fundamenta el método de las flashcard
  • Qué es un Cuaderno Flashcard
  • Cómo crear tus propias tarjetas flash
  • Reflexiones finales sobre por qué estudiar con tarjetas flash

¿Qué son las tarjetas didácticas o flashcard?

Una flashcard o tarjeta flash, es una herramienta de aprendizaje formada por una pequeña pieza de cartulina blanca con dimensiones reducidas y a doble cara, que contiene información en ambos lados. Está diseñada para ser utilizada como una ayuda en la memorización y se utiliza comúnmente en el estudio de vocabulario, fechas históricas, ideas, hechos, conceptos, fórmulas y cualquier tema que se pueda aprender mediante preguntas y respuestas. Estas tarjetas pueden ser físicas, en papel o virtuales (integradas en un software). 

En el aprendizaje activo, el uso de tarjetas didácticas utiliza el “efecto prueba” que indica que la memoria a largo plazo se mejora cuando parte del proceso de aprendizaje se dedica a recuperar la información mediante el Active Recall, es decir, la recuperación activa de la información almacenada. El objetivo del recuerdo activo consiste en que cuanto mayor sea el esfuerzo que deba realizar el cerebro para recordar una información, mayor será su retención en la memoria a largo plazo. En contraposición, la revisión pasiva de los apuntes, mediante la simple lectura repetitiva, limita la capacidad de retención de nuestra memoria. 

Durante la Segunda Guerra Mundial, el científico Herbert F. Spitzer investigó los efectos de la retención de información en la memoria. A través de un experimento con estudiantes universitarios, descubrió que aquellos que emplearon el Active Recall obtuvieron una mejor calificación reflejada en un 50% que aquellos que aplicaron el método de revisión pasiva. Mientras unos se esforzaron por recordar la información sin tener acceso a sus notas, los demás simplemente leyeron repetidamente el material sin intentar asimilarlo. Spitzer llegó a la conclusión de que el método de estudio más efectivo se basaba en hacer trabajar al cerebro para recordar la información ya vista previamente. 

Los orígenes de las tarjetas didácticas o flashcard

Si nos remontamos al pasado, Carl Linnaeus emerge como una figura destacada en la historia de la ciencia. Este médico, botánico y zoólogo sueco llevó a cabo innumerables expediciones entre los años 1750 y 1760, durante las cuales se percató de la necesidad de clasificar una enorme cantidad de información acerca de animales, plantas y minerales. Consciente de la complejidad del desafío que tenía ante sí, ideó unas tarjetas de cartulina para organizar la sobrecarga de información que había recopilado. 

Gracias a este método, podía transportar consigo la información en un orden fijo que le facilitaría su posterior recuperación, a la vez que podía integrar nueva información. Su solución fue poner la información recabada en hojas separadas que pudieran completarse y reorganizarse a su antojo. Carl Linnaeus refinó aún más esta técnica, creando lo que conocemos como fichas. Estas le permitían seleccionar y mover a su voluntad las tarjetas, actualizando y comparando información en cualquier momento. Dichas fichas estaban confeccionadas en cartulina blanca con líneas en ambas caras y se convirtieron en un medio popular para almacenar información. 

A partir del siglo XVIII, la idea de las fichas de Carl Linnaeus comenzó a ser adoptada para diversos usos, desde la toma de notas hasta la catalogación de libros y la captura de ideas escritas. No obstante, fue el educador inglés Favell Lee Mortimer quien creó las primeras tarjetas didácticas, específicamente, para la enseñanza de la fonética. Más tarde, en la década de los setenta, Sebastián Leitner estableció las bases de una técnica de estudio basada en la repetición espaciada de información a través de tarjetas, inspirándose en las ya ideadas por Linnaeus. 

Pero antes de profundizar en la técnica de Leitner, profundicemos en otra teoría titulada como la teoría de la “Curva del olvido” que fundamenta los Cuadernos Flashcard. La teoría de la «Curva del olvido» fue desarrollada por Hermann Ebbinghaus en 1885, quien demostró que la efectividad del aprendizaje se basa en la repetición espaciada de lo aprendido. Ebbinghaus realizó un experimento en el que recitó un grupo de sílabas sin sentido, midiendo cuánto tiempo tardaba en recordarlas y la velocidad de aprendizaje. Acto seguido, plasmó estos resultados en una curva que mostraba cómo la retención de lo aprendido decaía gradualmente con el paso del tiempo. En consecuencia, Ebbinghaus concluyó que el repaso y la repetición espaciada eran fundamentales para conseguir un aprendizaje efectivo. 

Aunque la teoría de la “Curva del olvido” de Ebbinghaus sigue siendo aceptada como base para el aprendizaje, esta no toma en cuenta ciertos factores importantes como la adquisición de nuevos conocimientos relacionados con los que ya poseemos. El experimento de Ebbinghaus con letras sin sentido y el tiempo que tardaba en olvidarlas, no consideraba que el intervalo de tiempo para olvidar varía en cada persona y depende del grado de significado que tenga el contenido que se quiere recordar. Por ejemplo, recordar números sin sentido es más difícil que cuando se pueden relacionar con información relevante, como la fecha de un cumpleaños. Curiosamente, nuestro cerebro es más eficiente para olvidar información que para retenerla, como mecanismo de protección para evitar una sobrecarga innecesaria. Por lo tanto, cuando deseamos adquirir nuevos conocimientos, debemos contrarrestar esta tendencia natural a olvidar y para ello, recurrir a la técnica de Leitner es lo más acertado. 

Sebastián Leitner revolucionó el campo del aprendizaje al proponer una aplicación práctica para la repetición espaciada mediante el uso de tarjetas de memoria. Su propuesta consistió en el uso de hojas de cartón similares a las ideadas por Carl Linnaeus, en las cuales escribía una pregunta relacionada en el anverso y la respuesta correspondiente en el reverso. Esta estructura de pregunta y respuesta permitía una mejor retención del conocimiento. Por ejemplo, en el ámbito de los idiomas, las palabras pueden escribirse en inglés en el anverso (en caso de estar aprendiendo este idioma) y su traducción correspondiente en el reverso, o viceversa, según la preferencia del estudiante. 

El sistema de Leitner o caja de Leitner implica el uso de tres o cinco cajas diferentes (también se puede utilizar una sola caja dividida en compartimentos), dispuestas en orden ascendente de conocimiento. Este sistema de clasificación de las cajas o compartimentos permite que las tarjetas se almacenen en orden ascendente de conocimiento, de tal forma que las tarjetas que no se conocen del todo se almacenan en el primer compartimento, y las que se conocen perfectamente en la última. La repetición espaciada implica que las tarjetas del primer compartimento se revisen con mayor frecuencia que las de la segunda, y así sucesivamente. Si se reconoce correctamente una tarjeta en cada revisión, se mueve a la siguiente caja, y si no, se devuelve al primer compartimento. 

El objetivo final es lograr que todas las tarjetas estén en la última casilla y mantenerlas allí. Este método evita repasar la información innecesariamente, lo que es una gran ventaja. Sin embargo, puede haber un inconveniente en este método. Si la información no se relaciona adecuadamente, puede dificultar la memorización y el aprendizaje real. Por lo tanto, es importante relacionar los contenidos que se están aprendiendo y no centrarse únicamente en la memorización de estos. La técnica de Leitner ha demostrado ser revolucionaria en el campo del aprendizaje, ya que permite la repetición espaciada y el uso de tarjetas de memoria para mejorar la retención de la información. 

A pesar de ser una técnica de aprendizaje que muy efectiva en temas relacionados y no demasiado extensos, presenta algunas desventajas como la falta de estructura, ya que muchas de las fichas que se repasan se mezclan con las nuevas. Sin embargo, este inconveniente fue abordado por Piotr Woźniak, un estudiante de biología molecular que desarrolló un algoritmo para aprender inglés de manera más eficiente, dando origen a SuperMemo (un software actualmente en uso). Este algoritmo ha sido implementado en numerosos programas informáticos, como Mnemosyne, Anki o MosaLingua. Curiosamente, a partir del año 2000, se popularizaron versiones impresas de algoritmos basados en el sistema de Leitner, en los que se establecía un cronograma de estudio para determinar los días y mazos de tarjetas a revisar. 

Los principios en los que se fundamenta las tarjetas didácticas o flashcard

Durante una conferencia en 1996, el erudito británico David H. Hargreaves expuso: «La docencia no es en la actualidad una profesión basada en la investigación. No tengo ninguna duda de que si lo fuera sería más eficaz y satisfactoria». Hargreaves comparó los campos de la medicina y la enseñanza, destacando que se espera que los médicos se mantengan actualizados en la investigación médica, mientras que muchos docentes desconocen la relevancia de la investigación en su profesión. Para establecer una base más sólida de investigación en la enseñanza, Hargreaves sugirió un «cambio radical» en la investigación educativa, con un mayor involucramiento de los docentes en la creación y aplicación de la investigación. 

Como resultado, podemos destacar la necesidad de avanzar hacia prácticas educativas basadas en la «educación basada en la evidencia» (Evidence-based education, EBE). Esta perspectiva promueve el abandono de prácticas de enseñanza menos eficaces y más arraigadas en tradiciones e influencias, en favor de un enfoque en la investigación sobre cómo aprendemos de manera más efectiva. Por ejemplo, la investigación ha demostrado que la «repetición espaciada» puede mejorar la formación de nuestra memoria a largo plazo. 

La idea de utilizar la “repetición espaciada” para mejorar el aprendizaje fue concebida por primera vez por el profesor CA Mace en su obra «Psicología del estudio» en 1932, donde afirmaba que: «quizás los descubrimientos más importantes son los que se relacionan con la distribución adecuada de los períodos de estudio […]. Los actos de revisión deben espaciarse en intervalos gradualmente crecientes, aproximadamente en intervalos de un día, dos días, cuatro días, ocho días, etc.». 

Desde el siglo XIX, cuando Hermann Ebbinghaus comenzó a estudiar y experimentar con la memoria, se han sentado las bases para mejorar nuestras habilidades en cuanto a memorizar contenidos de una manera paulatina, en lugar de hacerlo de forma intensiva durante un breve periodo de tiempo. Así, al memorizar información nueva, es preferible realizarlo incrementando el tiempo de una forma progresiva a medida que se solidifica en nuestra memoria la información que queremos retener. 

Este espaciamiento del aprendizaje permite un mayor mantenimiento del recuerdo y, sobre todo, que la información se fije con mayor fuerza en nuestra memoria a largo plazo. Además, los avances tecnológicos de las últimas décadas han llevado esta técnica a otro nivel, permitiendo la aplicación de los aprendizajes relacionados con la repetición espaciada con mayor facilidad. 

Las innovadoras formas de organizar la información que se desea memorizar en intervalos de repaso más eficaces y menos aleatorios han dado lugar a algoritmos de repetición, especialmente aplicados en tarjetas de memoria o flashcards, tanto en versiones de software (SRS) como en papel (CRE). 

¿Qué es un Cuaderno Flashcard? 

El uso de un Cuaderno Flash consiste en un archivo de tarjetas organizado en un Cronograma basado en un algoritmo SRE (Sistema de Repetición Espaciada). Este método es altamente recomendable como complemento al proceso de estudio con el fin de alcanzar los objetivos que se hayan marcado. Del mismo modo, permite la comprensión de conceptos complejos de manera más rápida y la memorización de una gran cantidad de elementos sin fatiga excesiva, siendo por tanto un componente esencial en la preparación para un examen. 

La técnica flashcard puede ser aplicada en cualquier campo, pero es especialmente efectiva para el estudio de nuevos contenidos, concretamente, en aquellos casos que requieren estudio a medio y largo plazo, como es el caso de la preparación para oposiciones, pruebas libres y exámenes. Esta técnica puede ayudar significativamente en la adquisición de conocimientos, incluyendo; ideas, vocabulario, conceptos, hechos, datos, entre otros. 

Estos cuadernos funcionan de tal manera que organizan las tarjetas didácticas en bloques y series. Cada bloque contiene un número total de 24 series. Dependiendo de la capacidad de tarjetas del cuaderno (250, 500, 750 o 1000), podemos organizar cada serie de tarjetas con un número de ellas (10, 20, 30 o 50). El número de tarjetas que posea cada serie va a determinar el número de bloques que utilicemos. 

Cómo crear tus propias tarjetas didácticas

La creación de tarjetas flash es una técnica sencilla y útil para el aprendizaje, como ya hemos visto. Consiste en escribir información en el anverso de una tarjeta y la información relacionada en el reverso. Un enlace conecta las dos informaciones presentes en ambos lados de la tarjeta, que puede ser: 

  • Una pregunta y su respuesta
  • Una imagen y la palabra que la designa (particularmente útil para el aprendizaje de idiomas extranjeros)
  • Una definición matemática y su fórmula
  • Un personaje histórico y sus fechas de nacimiento y muerte
  • Un artista y sus obras de arte más famosas (en palabras o imágenes)
  • Una operación y su resultado (una multiplicación en el anverso y su resultado en el reverso).

Para confeccionar tarjetas de estudio eficaces, es necesario seleccionar cuidadosamente la información que se incluirá en ellas, de manera que se contemple solo lo esencial, y a la vez, se asegure la inclusión de los elementos clave. Un consejo valioso es anticiparse a las posibles preguntas que puedan aparecer en el examen a la vez que identificar cuáles son aquellas debilidades que encontramos en nuestro aprendizaje, tales como errores recurrentes o conceptos complejos, para lograr convertirlos en fortalezas. Otro factor para tener en cuenta en la creación de nuestras tarjetas flash, es que cada una debe abarcar únicamente un concepto en particular. 

El aspecto visual de las tarjetas también es importante, ya que su atractivo estético puede facilitar su consulta. Es recomendable elegir colores, tipografías o símbolos. Además, cuanto más sencillas sean las tarjetas, mejor resultado tendrán. Por ejemplo, el uso de palabras clave o diagramas es más efectivo que las oraciones largas. Por último, la calidad del aprendizaje mediante el uso de tarjetas de estudio también depende de la formulación de las preguntas en el anverso. Las preguntas pertinentes y bien formuladas, que requieren una única respuesta, como una en el caso de las tablas de multiplicar o la definición de una palabra, son más efectivas para retener los elementos de la respuesta. Se puede observar esta práctica en los tipos de preguntas que suelen aparecer en los exámenes. 

A continuación, te presento algunos consejos que te serán de gran ayuda para elaborar tarjetas flash de manera más eficiente. 

En primer lugar, es fundamental que realices una lectura detallada del tema que necesitas estudiar. Esta lectura debe dividirse en dos fases: la primera consiste en una lectura general para comprender el contenido, mientras que la segunda implica subrayar las ideas más importantes. Una vez que hayas completado estas dos fases, podrás comenzar a elaborar las tarjetas, asegurándote de incluir todos los contenidos que necesitas memorizar. 

Es importante que utilices tus propias palabras al sintetizar la información que vas a plasmar en las tarjetas. Este proceso te permitirá comprobar que has comprendido el material y te ayudará a memorizarlo de forma más efectiva. La utilización de la mnemotecnia también puede ser de gran ayuda a la hora de recordar la información. Trata de establecer asociaciones o vínculos entre los distintos grupos de datos para facilitar la construcción del recuerdo. Antes de comenzar a estudiar las tarjetas, es recomendable que crees un bloque o serie de estas, preferentemente escritas a mano con bolígrafos, rotuladores o subrayadores. 

Finalmente, es importante que dediques un momento a revisar las tarjetas que hayas respondido incorrectamente. Analiza el error, reflexiona sobre la respuesta correcta y, si tienes tiempo, busca la información necesaria en el libro o tus apuntes. De esta manera, podrás desarrollar una comprensión más profunda y fortalecer la memorización a través de un aprendizaje más activo.

Reflexiones finales sobre estudiar con tarjetas Flash

Desde la perspectiva de la memoria como una habilidad que permite almacenar información y conocimiento en la mente para acceder a ella cuando se requiere, surge el debate acerca de la utilidad y necesidad de esta capacidad en una era de información y tecnología en la que se puede acceder a una gran cantidad de datos de manera instantánea. 

En el ámbito educativo, la memoria juega un papel fundamental para el aprendizaje y la consolidación de nuevos conocimientos. La memorización consciente y deliberada es una herramienta valiosa, pero es esencial complementarla con la comprensión profunda y la aplicación práctica de los conceptos. La memoria permite acceder rápidamente a la información aprendida, pero es la comprensión lo que permite aplicarla efectivamente en la realidad. Es importante destacar que la memoria no debe ser el único objetivo del aprendizaje. La memorización sin comprensión es inútil y puede llevar a un aprendizaje superficial y sin sentido. 

La metodología de las flashcards ha demostrado ser una herramienta de aprendizaje muy efectiva para memorizar información y consolidar conocimientos. En mi experiencia, he observado como los usuarios que utilizan tarjetas de memoria para aprender y recordar conceptos, términos y datos, logran una mejor retención y comprensión de la información en comparación con aquellos que utilizan otras metodologías de estudio. Además, las flashcards son versátiles y se pueden utilizar para aprender cualquier tipo de información y datos. Incluso la personalización del contenido de las tarjetas según las necesidades individuales las convierte en una herramienta adaptable y flexible. 

Por último, otro punto a favor que las convierte en una metodología más avanzada es su uso en formato de cuaderno, y es que de esta manera permite a los estudiantes practicar de manera constante, catalogada y organizada. Al poder repasar y revisar las tarjetas de una forma programada varias veces al día, se consolida el aprendizaje y se evita el olvido a corto plazo. 

En mi opinión, la metodología de los Cuadernos Flash es una herramienta de aprendizaje muy efectiva y útil para consolidar conocimientos y memorizar información de manera eficiente. Aprender es una habilidad que, como cualquier otra, requiere de práctica continua y de un método adecuado para llevarlo a cabo.